River Großarl (Austria) 

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by Luis Villas Tomé    

Empezamos el viaje tomando como destino el valle de Grossarl –Austria-, en la localidad de Hüttschlag. Hace unos años estuve allí y me prometí volver, aunque el hecho de poder pescar solamente un río, el Grossarlbach y un pequeño lago en su cabecera, limita un tanto su interés para una semana de pesca, aunque puede resultar excelente para tres días.


El primer día pudimos pescar tan sólo dos horas y media antes de que anocheciera y mientras Juanjo se quedó a doscientos metros del hotel, los otros dos nos fuimos al lago de su cabecera –Ötzelsee- y al desagüe del mismo. Aguas cristalinas y siempre, siempre, peces a la vista. Nada más llegar, desde un pequeño puente y mientras mi compañero acababa de prepararse, al segundo lance con una pequeña seca saqué un salvelino de cerca de 30 cm.


Yo me bajé 300 metros mientras Pepón se quedaba en el lago y los primeros 100 metros de su desagüe. En un par de horas cada uno sacamos docena y media de truchas y salvelinos, todos a seca, todos de entre 20 y 30 cm. A nuestro regreso al hotel, Juanjo nos esperaba con una sonrisa de oreja a oreja. En menos de cincuenta metros había sacado dos docenas de truchas, de las cuales media docena eran de entre el kilo y los dos kilos, casi todas a ninfa, y había perdido una que sin duda pasaba de los tres kilos. En este tramo, justo encima de una pequeña presa, hay muchos peces, pero hay que reconocer que Juanjo es de otro planeta. Saca truchas donde los demás ni las vemos.


Los dos siguientes días pescamos las zonas más atractivas de los 20 km de aguas privadas. Algunas zonas tienen muy poca agua y las evitamos, pero puede decirse que en todo lo demás sacamos muchos peces. Uno de los días, saqué alrededor de 70 peces, la mayor parte salvelinos de la parte superior del río, desde donde empieza la zona de meandros y aguas lentas hasta el lago.


Hace unos años el propietario de los derechos de pesca del Grossarl introdujo tímalos, aunque su presencia es anecdótica en el curso medio-bajo del río, mientras que en el lago y la zona de meandros de su desagüe es sensiblemente mayor, aunque no son fáciles de engañar, sobre todo en las zonas de aguas lentas, donde suelen pescarse a pez visto y suelen mirar con lupa cada imitación que les presentamos. Los pocos que sacamos, sucumbieron a una imitación de gammarus rosa montada en un 22.


Puede considerarse interesante todo el tramo, aunque la zona justo por debajo de los meandros es menos bonita y su caudal es menor. De la presa de Huttschlag aguas arriba, hay un kilómetro muy bonito –en el que es posible encontrar truchas de trofeo-, y aguas abajo, a partir de donde el río vuelve a tener caudal, tiene zonas preciosas con mucha trucha. No es un río que regala nada, por lo que las truchas hay que ganárselas.


A la llegada al hotel, Franz, su propietario, entrega a cada pescador un plano del valle en el que señala las mejores zonas para pescar,


y facilita también una llave de acceso a la pista que lleva al lago Ötzelsee, de manera que es posible aparcar a escasos cincuenta metros del mismo.


Las moscas que mejor nos funcionaron fueron secas de CDC, tricópteros de pelo de ciervo y pequeñas olivas.


En cuanto a ninfas, pequeños perdigones y pheasant tail.


Los streamers pueden resultar interesantes en el caso de que el río baje alto de caudal o turbio, así como en la presa del pueblo muy de amanecida.


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